CONVERSACIÓN
Ayer fue un día raro y no por el tema del cambio horario. Nos levantamos mas o menos temprano, desayunamos mientras ojeábamos la prensa y fuimos a comprar unas limas y algo de fruta. A la vuelta decidimos salir a dar una vuelta sin un objetivo definido. Al final decidimos irnos al centro pero en lugar de coger el metro, los dos estuvimos de acuerdo en que preferíamos ir en bus, aunque fuese más lento, consumiese más tiempo y tuviésemos que hacer más transbordos. Total una hora y pico mas tarde estábamos en la Plaza del Callao, decidiendo si dirigíamos nuestros pasos hacia la calle de Pez para comer algo o íbamos directamente a comprar unos discos, motivo oficial de nuestra visita a esa zona. Al final Adriana decidió enseñarme un restaurante argentino en las inmediaciones y que había conocido por medio de unos amigos.
Tras un exquisito chorizo criollo, una deliciosa provoleta, una morcilla mas que correcta y un rico asado de tira, regado todo ello con un rico rioja, nos dirigimos a la compra de los discos, Revolver, Mana, Shakira, Ruben Blades y Leonard Cohen, acabaron en la cesta de la compra, y menos mal que estamos en crisis.
Al final y conociendo nuestra tendencia etílica, fuimos al “café central” pero al igual que el “populart” y el “imperfecto” estaban petados, así que fue en otro de nuestros favoritos “elhelecho” donde nos acomodamos y empezamos a charlar, 2 caipirinñas después la conversación estaba francamente animada y cuando decidimos cambiar de lugar, cruzar la calle entrar “la trocha” y pedir una nueva caipirinñas las ideas fluían ágiles, alegres aunque no se si muy lucidamente.
Uno de nuestros temas de conversación recurrentes en estas tardes etílicas, es la imposibilidad que parece existir en América Latina para conformar un espacio común como puede ser aquí la UE. Envidias, Egos personales, Odios ancestrales, Caudillismos, antipatías mutuas, patriotismos mal entendidos y aunque parezca mentira y raro la falta de unas bases y valores comunes hacen imposible esta unión. Yo siempre argumento que todos esos países no se pueden llevar históricamente peor que por ejemplo España y Portugal, o Francia y Alemania y que es imposible que tengan menos en común que Grecia y Noruega. Pero al final siempre me acaban convenciendo los argumentos como que por ejemplo, que salvo el idioma ninguno de esos países tiene nada en común y que lo odios entre Perú y Chile son realmente profundos. Aunque al final siempre llegamos a la misma conclusión y es que el principal problema para conseguir la unión es la pobreza y el racismo que existe en todos esos países y la falta de valores que ello conlleva. Por ejemplo la forma típica de referirse en Perú a un ecuatoriano es llamándole “Mono”, mientras que estos mismos peruanos son insultados, vejados y tiene fama de ladrones y violadores en Chile.
Siendo esto grave, y que no es muy distinto a lo que hacemos aquí con los “gabachos” o pensando que todos los “moros” son sucios o todos los “panchitos” son vagos, lo peor es el racismo existente dentro de cada país hacia sus propios nacionales por parte de las elites blancas. Así pongamos que en Bélgica soy atropellado por un conductor borracho a la misma vez que otro conducto también borracho atropella a un nacional, que ya es mucha coincidencia. Tengo la creencia y la confianza en que ambos conductores acabaran en la cárcel mientras que pongamos en Lima son atropelladas a la vez dos personas por dos conductores borrachos pero una es blanca y es atropellada en unos de los distritos digamos ricos de la ciudad, mientras que la otra persona es un “cholo” y es atropellada mientras espera la “combi” en uno de los conos de la ciudad, ninguno teníamos ninguna duda de que mientras el conductor del primer caso acabara en la cárcel, el del segundo caso quedará impune sin que la policía mueva un dedo por aclarar el tema. Y al igual que esto, el racismo se extiende en la atención sanitaria, en el acceso a la educación, a la justicia.
Además es un racismo que se extiende del blanco al cholo, del cholo al negro y de este al andino, del hombre a la mujer, del habitante de Lima al de provincias, y del habitante de la ciudad sobre el habitante del campo y de una forma mucho más sutil de lo que podemos imaginar. Además, lo peor y mas triste es que este racismo esta asumido e interiorizado como algo lógico y normal por parte todo el mundo.
Tras un exquisito chorizo criollo, una deliciosa provoleta, una morcilla mas que correcta y un rico asado de tira, regado todo ello con un rico rioja, nos dirigimos a la compra de los discos, Revolver, Mana, Shakira, Ruben Blades y Leonard Cohen, acabaron en la cesta de la compra, y menos mal que estamos en crisis.
Al final y conociendo nuestra tendencia etílica, fuimos al “café central” pero al igual que el “populart” y el “imperfecto” estaban petados, así que fue en otro de nuestros favoritos “elhelecho” donde nos acomodamos y empezamos a charlar, 2 caipirinñas después la conversación estaba francamente animada y cuando decidimos cambiar de lugar, cruzar la calle entrar “la trocha” y pedir una nueva caipirinñas las ideas fluían ágiles, alegres aunque no se si muy lucidamente.
Uno de nuestros temas de conversación recurrentes en estas tardes etílicas, es la imposibilidad que parece existir en América Latina para conformar un espacio común como puede ser aquí la UE. Envidias, Egos personales, Odios ancestrales, Caudillismos, antipatías mutuas, patriotismos mal entendidos y aunque parezca mentira y raro la falta de unas bases y valores comunes hacen imposible esta unión. Yo siempre argumento que todos esos países no se pueden llevar históricamente peor que por ejemplo España y Portugal, o Francia y Alemania y que es imposible que tengan menos en común que Grecia y Noruega. Pero al final siempre me acaban convenciendo los argumentos como que por ejemplo, que salvo el idioma ninguno de esos países tiene nada en común y que lo odios entre Perú y Chile son realmente profundos. Aunque al final siempre llegamos a la misma conclusión y es que el principal problema para conseguir la unión es la pobreza y el racismo que existe en todos esos países y la falta de valores que ello conlleva. Por ejemplo la forma típica de referirse en Perú a un ecuatoriano es llamándole “Mono”, mientras que estos mismos peruanos son insultados, vejados y tiene fama de ladrones y violadores en Chile.
Siendo esto grave, y que no es muy distinto a lo que hacemos aquí con los “gabachos” o pensando que todos los “moros” son sucios o todos los “panchitos” son vagos, lo peor es el racismo existente dentro de cada país hacia sus propios nacionales por parte de las elites blancas. Así pongamos que en Bélgica soy atropellado por un conductor borracho a la misma vez que otro conducto también borracho atropella a un nacional, que ya es mucha coincidencia. Tengo la creencia y la confianza en que ambos conductores acabaran en la cárcel mientras que pongamos en Lima son atropelladas a la vez dos personas por dos conductores borrachos pero una es blanca y es atropellada en unos de los distritos digamos ricos de la ciudad, mientras que la otra persona es un “cholo” y es atropellada mientras espera la “combi” en uno de los conos de la ciudad, ninguno teníamos ninguna duda de que mientras el conductor del primer caso acabara en la cárcel, el del segundo caso quedará impune sin que la policía mueva un dedo por aclarar el tema. Y al igual que esto, el racismo se extiende en la atención sanitaria, en el acceso a la educación, a la justicia.
Además es un racismo que se extiende del blanco al cholo, del cholo al negro y de este al andino, del hombre a la mujer, del habitante de Lima al de provincias, y del habitante de la ciudad sobre el habitante del campo y de una forma mucho más sutil de lo que podemos imaginar. Además, lo peor y mas triste es que este racismo esta asumido e interiorizado como algo lógico y normal por parte todo el mundo.
Comentarios