AYACUCHO
Ayacucho, es una tierra situada a mas de 3000 metros sobre el nivel del mar, de una belleza fascinante, y aunque aquí surgió la cultura Wari, que dio origen al primer imperio Andino, y a sus enemigos los Chankas, es una tierra pobre y mísera, donde solo se cultiva la patata. Esta patata, se congela del modo más simple. Dejándola al aire nocturno y se entierra para comerla en épocas de carencias, que son casi siempre. A este tubérculo así conservado se le llama “chuño” y de verdad no es la mejor, ni la mas rica, ni la mas nutritiva forma que conozco de comer patatas. Incluso mentiría si os digo que no me disgusta del todo o que no esta mal, para mi gusto es horrible.
Es una tierra poco poblada, donde la distancia de un pequeño pueblo a otro, se mide en días, donde un pueblo se compone de 3 o 4 casitas y sus respectivas “chakras” o huertos, de gente acostumbrada a valerse por si misma, donde por las noches la oscuridad es absoluta y el silencio del campo solo es roto por el ladrido o lamento de un perro famélico. Donde el estado es inexistente, no hay centros de salud, no hay escuelas, no hay caminos, no hay policía. La única representación estatal es el alcalde, y por encima de todo es el vocablo Lima, para la mayoría de la gente el estado es representado por Lima y Lima representa el estado.
Esta tierra ha dado como resultado gente de rostro cobrizo y cortado por el viento, una gente amable, muy amable, parcos en palabras y gestos, tímida y retraída ante todo lo que sea externo. No es gente que sonría con facilidad más bien al contrario, y cuando se ríen no es a carcajadas, solo una tímida sonrisa, como pidiendo perdón, eso si franca y noble. Su lenguaje en castellano por lo menos, como digo es parco, sin artículos que unan las palabras entre si y hablan muy, muy bajito mas que lo normal entre el resto de los peruanos, así que muchas veces lo que dicen queda inaudible
Fue aquí y con esta gente donde, se padeció la mayor cota de violencia en la guerra entre el ejercito y sendero, si lo métodos de unos eran brutales los de los otros no eran menos sangrientos. Como en una partida de póquer sin límite, los dos actores eran capaces de poner más muertos, más sangre y más sufrimiento encima de la mesa. Si unos secuestraban a los vecinos de un pueblo simplemente por la confesión desesperada de un torturado en recintos militares, los otros eliminaban a cualquiera que nos les diese cobijo o que tuviese 1 cerdo, símbolo inequívoco de que era un burgués. Si uno masacraba a todo un pueblo desde donde les habían disparado, los otros reducían a cenizas otro pueblo y su cooperativa por que no cooperaban lo suficiente. Si en un pueblo se secuestraba a los jóvenes para enrolarlos en las fuerzas armadas, en el otro se secuestraba a otros jóvenes iguales/diferentes para convertirlos en guerrilleros. El resultado grupos de madres, recorriendo las barrancas y quebradas, pidiendo permiso a jóvenes militares imberbes, que a su vez imploraban a las ancianas que rezasen por ellos, para buscar entre los cadáveres amontonados que servían de alimento a perros y cerdos los cadáveres de sus hijos. Pueblos enteros donde todos y cada uno de sus habitantes tiene una historia más espantosa y mas terrible que el anterior que contar, donde las casas eran voladas por unos u otros, da igual, para sacar a sus habitantes por la noche y que nunca mas volvían. Donde supuestos soplones del ejército o simples alcaldes de pequeños pueblos, eran macheteados hasta la muerte, simplemente por que representaban al estado que se estaba combatiendo. O como el río Huayaga , un río hermoso ancho de unas bonitas aguas verdes, es conocido como el cementerio del Perú
Ya en Lima, es difícil, muy difícil, contar todos los sentimientos que se te vienen encima, que te asaltan, cuando ves la exposición de la comisión de la verdad, con cientos de fotos y testimonios que relatan una tragedia inexplicable, excesiva, lejos de cualquier posible explicación o racionalidad, el triunfo de la violencia por la violencia, el descenso al estado animal de las personas. No he estado en los campos nazis pero me resultaría difícil de creer que los sentimientos que te atacan que se te agarran a la garganta sean muy diferentes a los que sentí, en el humilde local donde se haya la exposición. O cuando visitas en monumento llamado la piedra que llora, motivo de disputa por gente que no ve un metro más allá de sus narices.
Si alguien esta interesado no puede dejar de visitar la siguiente pagina. No es un informe fácil, pero es valiente y honesto, enfrentando la verdad a la cara
www.cverdad.org.pe
Solo me queda recordar que premonitoriamente Ayacucho en quechua significa el “rincón de los muertos”
Es una tierra poco poblada, donde la distancia de un pequeño pueblo a otro, se mide en días, donde un pueblo se compone de 3 o 4 casitas y sus respectivas “chakras” o huertos, de gente acostumbrada a valerse por si misma, donde por las noches la oscuridad es absoluta y el silencio del campo solo es roto por el ladrido o lamento de un perro famélico. Donde el estado es inexistente, no hay centros de salud, no hay escuelas, no hay caminos, no hay policía. La única representación estatal es el alcalde, y por encima de todo es el vocablo Lima, para la mayoría de la gente el estado es representado por Lima y Lima representa el estado.
Esta tierra ha dado como resultado gente de rostro cobrizo y cortado por el viento, una gente amable, muy amable, parcos en palabras y gestos, tímida y retraída ante todo lo que sea externo. No es gente que sonría con facilidad más bien al contrario, y cuando se ríen no es a carcajadas, solo una tímida sonrisa, como pidiendo perdón, eso si franca y noble. Su lenguaje en castellano por lo menos, como digo es parco, sin artículos que unan las palabras entre si y hablan muy, muy bajito mas que lo normal entre el resto de los peruanos, así que muchas veces lo que dicen queda inaudible
Fue aquí y con esta gente donde, se padeció la mayor cota de violencia en la guerra entre el ejercito y sendero, si lo métodos de unos eran brutales los de los otros no eran menos sangrientos. Como en una partida de póquer sin límite, los dos actores eran capaces de poner más muertos, más sangre y más sufrimiento encima de la mesa. Si unos secuestraban a los vecinos de un pueblo simplemente por la confesión desesperada de un torturado en recintos militares, los otros eliminaban a cualquiera que nos les diese cobijo o que tuviese 1 cerdo, símbolo inequívoco de que era un burgués. Si uno masacraba a todo un pueblo desde donde les habían disparado, los otros reducían a cenizas otro pueblo y su cooperativa por que no cooperaban lo suficiente. Si en un pueblo se secuestraba a los jóvenes para enrolarlos en las fuerzas armadas, en el otro se secuestraba a otros jóvenes iguales/diferentes para convertirlos en guerrilleros. El resultado grupos de madres, recorriendo las barrancas y quebradas, pidiendo permiso a jóvenes militares imberbes, que a su vez imploraban a las ancianas que rezasen por ellos, para buscar entre los cadáveres amontonados que servían de alimento a perros y cerdos los cadáveres de sus hijos. Pueblos enteros donde todos y cada uno de sus habitantes tiene una historia más espantosa y mas terrible que el anterior que contar, donde las casas eran voladas por unos u otros, da igual, para sacar a sus habitantes por la noche y que nunca mas volvían. Donde supuestos soplones del ejército o simples alcaldes de pequeños pueblos, eran macheteados hasta la muerte, simplemente por que representaban al estado que se estaba combatiendo. O como el río Huayaga , un río hermoso ancho de unas bonitas aguas verdes, es conocido como el cementerio del Perú
Ya en Lima, es difícil, muy difícil, contar todos los sentimientos que se te vienen encima, que te asaltan, cuando ves la exposición de la comisión de la verdad, con cientos de fotos y testimonios que relatan una tragedia inexplicable, excesiva, lejos de cualquier posible explicación o racionalidad, el triunfo de la violencia por la violencia, el descenso al estado animal de las personas. No he estado en los campos nazis pero me resultaría difícil de creer que los sentimientos que te atacan que se te agarran a la garganta sean muy diferentes a los que sentí, en el humilde local donde se haya la exposición. O cuando visitas en monumento llamado la piedra que llora, motivo de disputa por gente que no ve un metro más allá de sus narices.
Si alguien esta interesado no puede dejar de visitar la siguiente pagina. No es un informe fácil, pero es valiente y honesto, enfrentando la verdad a la cara
www.cverdad.org.pe
Solo me queda recordar que premonitoriamente Ayacucho en quechua significa el “rincón de los muertos”
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