FRASES II
Bueno como lo prometido es deuda aquí va la segunda entrada correspondiente a la serie, “y a mi que cojones me importa de donde vienen las frases hechas que utilizo para hablar”. Pero así es la vida y así es esta bitácora, totalmente a su aire. ¿La frase de Hoy? Se armo la de Dios es cristo
Bien situémonos. Allá por el Bajo imperio, por el año trescientos y picos de nuestra era. Los Emperadores se suceden sin pausa dependiendo del humor y de la paga de los legionarios sin dar tiempo apenas a que los cronistas anoten su nombre y el añ de su reinado. Los años dorados del Imperio han quedado atrás y este sobre todo en su parte occidental se arrastra perezoso pero sin descanso hacia su ocaso y desaparición. Se apuntan soluciones ingeniosas para enderezar el rumbo de una nave que se hunde como la tetrarquía, que con posterioridad dio origen a los distintos grados de nobleza, y en uno de estos intentos desesperados para salvar el Imperio, y unos años antes de la fecha que nos ocupa Constantino declara que la religión oficial y única del Imperio pasa a ser el cristianismo.
Sigamos situándonos, Nos encontramos en la zona Oriental del Imperio, en la pequeña ciudad de Nicea, situada en la actual siria, creo, allí se han reunidos los obispos de toda la cristiandad, aún no existía la figura del cardenal y el contacto de la iglesia con sus bases era mucho mas activo. Como digo allí se reúnen todos los obispos, para debatir un asunto de importancia capital para el cristianismo. Un asunto que aún hoy en día sigue coleando. El asunto: Si Jesús efectivamente es Dios. Por un lado se encontraban los que bajo la potencial intelectual del Obispo Arriano, consideraban que no, que Jesús no era Dios, que solo era un enviado del mismo. Por otro lado se encontraban todos aquellos obispos que consideraban que si, que Cristo es Dios, y que curiosamente contaban con el apoyo del Emperador. El encuentro que se desarrollo entre interminables y nada amables discusiones teológicas y personales, se prolongo durante meses. No creo que tenga que decir cual fue la facción vencedora. Arriano y sus seguidores fueron mandados al exilio y sus tesis son consideradas aún hoy en día como una de las mayores herejías que un católico puede cometer.
Lo curioso de esta frase es observar, como de un acontecimiento olvidado por la mayoría de nosotros, surgió una frase que se ha ido conservando a través de los siglos y de los diversos lenguajes que desde entonces hemos hablado.
Bien situémonos. Allá por el Bajo imperio, por el año trescientos y picos de nuestra era. Los Emperadores se suceden sin pausa dependiendo del humor y de la paga de los legionarios sin dar tiempo apenas a que los cronistas anoten su nombre y el añ de su reinado. Los años dorados del Imperio han quedado atrás y este sobre todo en su parte occidental se arrastra perezoso pero sin descanso hacia su ocaso y desaparición. Se apuntan soluciones ingeniosas para enderezar el rumbo de una nave que se hunde como la tetrarquía, que con posterioridad dio origen a los distintos grados de nobleza, y en uno de estos intentos desesperados para salvar el Imperio, y unos años antes de la fecha que nos ocupa Constantino declara que la religión oficial y única del Imperio pasa a ser el cristianismo.
Sigamos situándonos, Nos encontramos en la zona Oriental del Imperio, en la pequeña ciudad de Nicea, situada en la actual siria, creo, allí se han reunidos los obispos de toda la cristiandad, aún no existía la figura del cardenal y el contacto de la iglesia con sus bases era mucho mas activo. Como digo allí se reúnen todos los obispos, para debatir un asunto de importancia capital para el cristianismo. Un asunto que aún hoy en día sigue coleando. El asunto: Si Jesús efectivamente es Dios. Por un lado se encontraban los que bajo la potencial intelectual del Obispo Arriano, consideraban que no, que Jesús no era Dios, que solo era un enviado del mismo. Por otro lado se encontraban todos aquellos obispos que consideraban que si, que Cristo es Dios, y que curiosamente contaban con el apoyo del Emperador. El encuentro que se desarrollo entre interminables y nada amables discusiones teológicas y personales, se prolongo durante meses. No creo que tenga que decir cual fue la facción vencedora. Arriano y sus seguidores fueron mandados al exilio y sus tesis son consideradas aún hoy en día como una de las mayores herejías que un católico puede cometer.
Lo curioso de esta frase es observar, como de un acontecimiento olvidado por la mayoría de nosotros, surgió una frase que se ha ido conservando a través de los siglos y de los diversos lenguajes que desde entonces hemos hablado.
Comentarios