EXCURSIÓN

A veces, esta bitácora se pone muy reivindicativa, y tampoco es eso. Además hace mucho que no escribo sobre el Perú.

Espero que os guste y os animéis.

Ante todo me gustaría comentaros que la gente y el ambiente es totalmente distinto de lo que podemos esperar o estamos acostumbrados a encontrar en el sur, digamos que lo que perdemos en tipismo se gana en autenticidad, y aunque digan que la gente del norte es mas cerrada que la del sur, yo no sentí esa cerrazón en ningún momento.

El viaje comienza en Piura capital de la región del mismo nombre, al norte del Perú, cerca de la frontera del Ecuador. Supuestamente es una ciudad relajada y tranquila pero cuando la visite en plena Copa América de fútbol era, un hervidero de gente y de hinchas. No es una ciudad muy grande pero tiene una bonita plaza de armas y un bonito centro urbano pero ante todo Piura es conocida por ser el lugar de nacimiento del héroe nacional peruano en su guerra con Chile el almirante Grau, denominado el “caballero de los mares” cuya casa convertida en un museo puede ser visitada.

De allí y tras un viaje en autobús de unas cuatro horas llegamos a Mancora, un tranquilo pueblecito que no seria más que un puntito en el mapa, si no fuera por que quizás tiene alguna de las mejores playas de todo el Perú. Playas interminables de arenas blancas, sin construcciones que afeen el paisaje, con unas maravillosas puestas de sol, un cielo nocturno plagado de estrellas, unas aguas calidas y transparentes, sin exceso de bañistas, con una temperatura de 28 grados en agosto que invita al baño, con puestecitos de madera que ponen sus mesas a la misma orilla del mar y donde puedes disfrutar de un ceviche o de un sudado de pescado recién hecho por poco mas de 10 soles (unos 3 €) con hoteles como mucho de dos plantas, con salida directa a la playa y cuyo coste no excedía de 60 Soles (unos 15 €) diarios para dos persona. Eso si, si buscas discotecas o jolgorio quizás no sea el pueblo mas adecuado, por lo menos en temporada invernal, ya que salvo un par de pub y un par de pizzerías la vida nocturna es casi nula por lo menos en temporada invernal. Si vais no olvidéis comer en cualquiera de los muchos restaurantes del pueblo unas ricas langostas con mantequilla a 15 Euros la unidad, un verdadero regalo para el paladar.

Después de dejar este paraíso y tras otro viaje de unas seis horas en autobús, llegamos a Chiclayo la autodenominada capital de la amistad y la capital comercial del norte del Perú, por ser el punto de unión entre la sierra y la costa. Es una ciudad grande, moderna y bulliciosa y atención chicos supuestamente con las mujeres más guapas del Perú. Destacan su plaza de armas con la catedral, la esquina formada por el Ayuntamiento y el hotel Royal, el mercado central, el pequeño parque biológico con multitud de especies forestales. Ojo también tiene Chiclayo sitios horrorosos como el paseo de las musas. Un paseo con una serie de esculturas clásicas que remedan las Musas de las artes. Realmente todo un homenaje a lo kistch. O, el moderno centro comercial el “Plaza Real” con multitud de tiendas, Cines y Restaurantes, que en su forma exterior simula el museo brunnig .

No olvidemos que Chiclayo tiene fama de cocinar el mejor pollo de todo el Perú y sobre todo no debemos dejar de comer el rico King-Kong un gigantesco y riquísimo, si vale soy un goloso, dulce a base de manjarblanco realmente exquisito y del que cuenta la leyenda que durante la guerra de independencia los insurgentes, escribían en el envoltorio de este dulce sus conspiraciones y planes para que no fuesen interceptadas por las fuerzas realistas, así de grande es el papel que envuelve el dulce.

Pero ante todo Chiclayo pasa por ser la base para un par de excursiones realmente imprescindibles que nos permitirán conocer que en el Perú había vida y mucha, antes de los Incas.
Una es a la vecina ciudad de Lambayeque, cuna de la independencia peruana y poseedora del mayor balcón de madera de toda América. Un taxi puede costarnos unas 15 Soles. Aquí se encuentra el museo de las tumbas reales del Señor de Sipan. En el se exhiben las momias entre otros del Sacerdote, del Señor de Sipan y del Viejo señor de Sipan, no tengo palabras para describir la magnificencia de los trajes, de los collares de spongirus, del fino trabajo de orfebrería de las joyas, de sus delicados ornamentos para los vestidos, de las armas, de los utensilios de uso diario todo un regalo para los ojos y que nos permiten hacernos una idea del refinamiento y de las altas cotas de cultura y civilización que se alcanzaron siglos antes de que los incas anduviesen por estos parajes. En esta ciudad también esta el ahora eclipsado, sin motivo, museo Bruning llamado así por el arqueólogo Alemán Heinrich Bruning que fue el primero en estudiar las culturas de la zona (Lambayeque, Mochica, Chavin …) .

Igualmente otra visita obligada es al museo del Señor de Sican, menos conocido pero igual de espectacular que el anterior y al complejo arqueológico de Tucume, fascinante paseo entre cientos de pirámides( no exagero), llamadas huacos en el Perú, restos todas ellas de la cultura mochica o Lambayeque.

Igualmente Cercano a Chiclayo, se encuentra el Parque Natural del Bosque de Pomac. Un inmenso Bosque en su mayoría, formado por Algarrobos alguno de ello, como el conocido por el sobrenombre del ”Abuelo”, inmensos, y multitud de otros árboles como el para mi totalmente desconocido Zapote, acacias y “Palos Verdes” entre otros. También hay una gran variedad de fauna como serpientes, ojo, alguna venenosa, iguanas, boas, pájaros algunos conocidos como las cotorras, el pájaro carpintero y multitud de otros desconocidos como el “chilalo” o el “ chiroque” y claro mamíferos como el zorro, el oso hormiguero, murciélagos. Igualmente y dentro del propio parque existen también Restos de la cultura lambayeque, en este caso algunas pirámides o “huacos”, como la llamada Huaca Loro o “del oro” o la “rodillona” llamada así porque en su interior se encontraron multitud de restos de mujeres todas ellas arrodilladas. El bosque es atravesado por el río “La leche” que se encontraba seco cuando yo lo visite, y que debe su nombre a las blancas arenas que forman su lecho. Es una excursión que puede ser contratada en cualquier agencia de viajes de la ciudad. La lastima es que de la extensión original, ahora solo queda un 1/3 habiendo sido lo demás destruido por la actividad humana.

Si queremos descansar de tanto cultura y queremos tumbarnos al rico solecito de una playa, no tenemos mas que coger un taxi y solicitar que nos lleven desde Chiclayo al cercano pueblo de Pimentel, donde podremos pasar una tranquila tarde de playa y sol, disfrutar de su inmenso embarcadero de madera y ver surfistas o gente navegando en caballitos de Totora.

Pero de nuevo debemos emprender un nuevo viaje en autobús, este interminable de toda la noche, para trasladarnos al pueblo de Chachapoyas. Este es un pueblo chiquito perdido en medio de los Andes selváticos pero que tiene una enorme personalidad, es de todo el viaje el pueblo que mas me recordó a cualquier pueblecito español, fue fundado en 1535 y todo el es de casas bajas, con enormes patios interiores llenos de macetas con orquídeas, alguna de esas casas han sido reconvertidas en agradables y acogedores hoteles de ambiente familiar y que resultan realmente baratos.

El pueblo es el punto de partida para las etapas mas duras del viaje, los caminos son terribles, simples pistas de tierra embarradas y llenas de baches que deben hacerse siempre en camionetas 4x4 y cualquier viaje por corto que sea hace que se inviertan 3 horas mínimo dando botes, eso si la recompensa hace que las penalidades del viaje valgan la pena. Esta zona es el centro de la cultura Chachapoyas conquistados por los Incas poco antes de la llegada de los españoles y que en principio puede no decirnos nada, pero la cosa cambia si hablamos de Karajias y sus sarcófagos situados en medio de una pared en la montaña, y donde aun se esta investigando como los chachas consiguieron descolgarlos hasta ese punto inaccesible, el mausoleo de Revash ,ojo la subida hasta el mausoleo es dura, y sobre todo la impresionante fortaleza de Kuelap, que compite en belleza y espectacularidad con el mismísimo Macchu Picchu, encaramada en lo mas alto de la zona y cuya visita nos llevara todo un día, la cosa cambia. Son tres maravillas que no debemos dejar de visitar. Cada una de estas excursiones ha de hacerse en un día distinto, por su dureza y el tiempo que toma llegar a ellas. Las excursiones se contratan en cualquier agencia de viajes del pueblo o incluso en tu propio hotel. Eso si debemos tener en cuenta que el turismo es algo incipiente en la zona y que la mayoría de las veces suplen con esfuerzo e ilusión la falta de medios y recursos. Tampoco debemos perdernos el museo de las momias en el cercano pueblo de Leimabamba y si gustáis de la naturaleza en estado virgen intentar contratar una excursión a valle Belen, no es fácil, ni conseguir que os lleven ni el viaje hasta allí, pero no tiene precio, un valle en medio de los Andes recorrido por un rió a unos 3000 metros de altura, sin presencia humana solo acompañados de unas vacas y unos caballos totalmente indiferentes a vuestra presencia y con unas puestas de sol espectaculares. Si conseguís la excursión al igual que en la subida a Kuelap no olvidéis que antes o después os invitaran a chackar (masticar) coca para mitigar el mal de altura.

Para salir de Chachapoyas y llegar a la siguiente etapa del viaje Tarapoto, el único medio que existe es ir en taxis colectivos a menos que queráis perder un par de días en un pueblo llamado Pedro Ruiz ,si es verdad, esperando el autobús, El taxi es barato y puedes conocer gente de los mas diversa y amable que esta dispuesta a darte conversación y compartir contigo sus historias y anécdotas, lo peor del colectivo, es tener que esperar a que el taxi consiga el numero mágico de viajeros –5- para comenzar el viaje.

Tarapoto es una ciudad sin ningún aliciente, el reino de la moto-taxi, pero ya que estamos podemos aprovechar y descubrir la zona de copas al lado de la plaza de armas muy animada y simpática y un par de buenos restaurantes, e importante no debemos irnos de la ciudad sin probar el plato típico, la patarascka rico guiso de un animal que se llama Majas, una especie de roedor gigante. Es necesario llegar a Tarapoto para poder continuar nuestro viaje ya en su parte final, nuestro objetivo es el pueblo de Sauce, para llegar hasta aquí de nuevo debemos utilizar el taxi colectivo, pues no hay ningún otro medio de transporte que llegue hasta esta pequeña localidad. Sauce es un pueblito que estaba de fiesta cuando llegue, inauguraban la renovada escuela local, de rectas y limpias calles y con casas mas que dignas y que esta a la orilla de la para mi totalmente desconocida Laguna Azul donde, según cuenta la leyenda se reunían los siniestros Fujimori y Montesinos a descansar en medio de un paisaje idílico, una laguna de origen volcánico que se haya en medio del amazonas, y que es un verdadero descanso para el espíritu y los ojos. Se pueden alquilar habitaciones en el mismo pueblo o alquilarlas antes en Tarapoto dependiendo de nuestro presupuesto, de aquí salen excursiones que recorren el lago en su totalidad, y los alrededores del pueblo como unas cataratas a escasos 5 Km. del pueblo o mas increíble aun, poder concertar una excursión a Lago Lindo, un pequeño lago enclavado en un parque natural entre montañas donde mientras llegamos el guía nos dará toda una clase de botánica mostrándonos multitud de arboles, cacao, caucho, quinina, maderas preciosas entre otros muchos además de multitud de orquídeas y plantas medicinales y al llegar al lago podremos bañarnos y a la vez observar los pequeños monos en los arboles que rodean totalmente el lago y bandadas de pájaros volando por el cielo.

También y en la aldea vecina a Sauce funciona una cooperativa de mujeres indígenas que hacen papel a partir de los residuos del coco y del plátano y que están encantadas de explicarnos cual es el proceso para hacer papel y que agradecen que les compremos unos cuadernos y unas preciosas tarjetas de regalo verdaderamente útiles.

Espero os animéis en algún momento a visitar esta preciosa zona.

La foto fue tomada por el autor, en el bosque de Pomac, y muestra la huaca de las arrodilladas.