GENTE



No se si es por nuestra forma de ser, o es que lo llevamos escrito en la cara, la verdad es que tanto A. como yo tenemos facilidad para conocer gente digamos peculiar. No quiero con este adjetivo decir que las personas que encontramos sean buenas o malas, sino que por lo que sea en nuestros viajes siempre acabamos encontrándonos con 2 o 3 personas fuera de lo común. Y sinceramente tanto A. como yo disfrutamos de este tipo de encuentros.

En este viaje, no ha sido la excepción y una de las personas que conocimos fue un pescador conocido como el “Nono”

Pero volvamos a finales de agosto y nuestros primeros días de estadía en Lima. Los besos de bienvenida, el ponerse al día con las novedades de ambas familias, el saludar al circulo mas cercano, amigos y parientes ha quedado atrás y poco a poco te vas poniendo al día con otras noticias. Puede ser sobre las elecciones a la alcaldía de Lima, que tendrán lugar el próximo 3 de octubre y en las que lo único que hay claro es que el actual alcalde será sustituido por una alcaldesa, o puede ser sobre un crimen atroz que estaba en primera pagina de los periódicos esos días. Leyendo la noticia y resumiendo, parece ser, que la policía había detenido a un gringo que en complicidad con su amante había asesinado y descuartizado a su esposa, a la que habían metido una vez descuartizada en una maleta y tirado al mar. Un asesinato más de los muchos que se producen en Lima, solo destacable quizás por su autoría y crueldad.

Ese sábado era el día en que nos habíamos comprometido a hacer a la familia una comida española. Como siempre en nuestra maleta cuando viajamos al Perú no falta ni el jamón serrano ni el queso, además de algunas otras viandas, pero el plato fuerte se hace con los insumos de allí. De primero decidimos hacer un plato catalán, Escalibada, para ello compramos las diversas verduras, aceite de oliva y vinagre de modena. De segundo y plato principal decidimos hacer un plato vasco Marmitako. Por eso decidimos ir al cercano Terminal pesquero de Chorillos y comprar allí nuestro atún.

No madrugamos mucho, y a eso de loas 8:30 de la mañana el taxi nos estaba dejando en el pequeño terminal, no había el coche terminado de frenar cuando un hombre nos abrió la puerta, mientras un poco detrás de el, otro hombre que parecía ser el jefe o por lo menos tener ascendencia sobre el que nos abría la puerta, le increpaba.
“Te he dicho que les dejes bajar, que si eres tan impulsivo asustas a los clientes”, mientras que dirigiéndose a nosotros nos decía, “buenos días, por favor paseen tranquilos por nuestras instalaciones”.

A. y yo, apartando a los pelícanos que estaban por todos lados, nos dirigimos a los puestos de los pescadores. La mayoría estaban vacíos, como digo era un poco tarde y ya habían vendido su pescado, pero en un par de ellos aún quedaba mercancía. Nos acercamos al que tenia atún, elegimos uno y preguntamos su precio. 3 soles por kilo, nos dijo la mujer, pesaba 3 kilos y medio, miramos las agallas y los ojos. “Pescado esta madrugada mister”, me decía la pescadora. Nos lo quedamos. Le indicamos como lo queríamos y mientras la mujer lo preparaba y limpiaba, fuimos a dar una vuelta por las instalaciones.

Estábamos paseando por el pequeño puerto viendo sus botes pesqueros amarrados, cuando el hombre que nos había abierto la puerta del taxi se acerco de nuevo. Evidentemente era pescador, su piel curtida, su vestimenta, sus maneras de aprobar nuestra compra así lo indicaban.

Perdón por lo de antes- nos decía-espero que no se hayan asustado.
No, no tranquilo. Le respondíamos nosotros.

Doy paseos en barco. 5 lucas*, desde la punta de chorrillos hasta el barrio de Miraflores, nos dijo mientras con la mano nos indicaba el recorrido. A. y yo nos miramos cómplices, pero no podía ser, teníamos que cocinar. Los sentimos señor, hoy no puede ser, la próxima vez que vengamos, le contestamos.

Mi nombre es el “Nono” y todo el mundo me conoce aquí-nos siguió diciendo- y además soy famoso.
¿Si?. Le interrogamos nosotros.
Si y, pienso denunciar al fiscal de la nación por acoso. Prosiguió.
¿Cómo es eso? Le pregunto A.
¿Saben la historia del asesino de la maleta?, la del gringo que mato a su esposa. Nos pregunto el “Nono”. Asentimos con la cabeza.
Yo le conocí, y ahora el fiscal me acusa de cómplice, y eso es mentira nos dijo el “Nono” sin cambiar un ápice su tono de voz.
Cuéntenos – le dijimos.
Vera señorita, contesto dirigiéndose a A. Un día vinieron una señora muy guapa y su esposo gringo y me alquilaron el barco para hacer el recorrido. Yo les lleve y a la vuelta les di mi tarjeta por si querían regresar o comentárselo a unos amigos y se fueron.
¿Cuál es tu barco? Le preguntamos.
Aquel de allí- nos dijo señalando un pequeño barquito con toldo azul- tiene chaleco salvavidas y todas las medidas de seguridad, se llama “Nono” como yo.
Tras una pausa, el “Nono” prosiguió con su historia, tres días después de ese viaje, recibí una llamada de la señora, indicándome que su marido vendría el lunes, con un maleta para hacer una ofrenda al mar. Cuando el señor llego, nos fuimos, y al llegar a determinado punto, el gringo tiro la maleta y regresamos. Yo solo le ayude en buscar cuerdas y unas piedras.

A estas alturas de relato, no niego que tanto A. como yo estábamos entre asombrados e incrédulos. Pensando que aquello no podía ser verdad.

Pero Señorita, seguía hablando el “Nono”, en cuanto me entere de que la policía había encontrado la maleta con los trozos dentro, fui corriendo a contarles todo lo que sabia para ayudarles, sin que nadie me lo pidiese
¿Y ahora el fiscal me acusa de cómplice? ¿No es injusto señorita?

Mientras, desde su puesto, la mujer nos hacia señas. Nuestro pescado ya estaba listo.

Solo 5 lucas, repetía, no les apetece.

No de verdad, señor, le conteste, tenemos que irnos, se nos hace tarde y debemos cocinar

Mientras pagábamos nuestro pescado y nos despedíamos de la mujer, el “Nono” seguia con nosotros. Al abrirnos la puerta del taxi para regresar a casa, nos despedimos de el con un apretón de manos. Suerte, le dijimos.

Nada más llegar a casa, y mientras yo ponía las espinas, raspa, piel y cabeza del atún, en un poco de agua para hacer un caldo A. se puso a buscar mas detenidamente la noticia en Internet y allí estaba bajo el titular “Pescador acusado de cómplice” la foto de nuestro amigo, del “Nono”. Leímos la noticia de corrido, sin creer aun que esa persona es con la que acabábamos de hablar

No volvimos al terminal de chorrillos, intentamos por todos los medios que algún amigo nos acompañase a dar una vuelta en el barco con el “Nono” pero no lo conseguimos. En cuanto contábamos la historia todo el mundo se echaba para atrás.

Ah y por si os lo estáis preguntado, para mi el “Nono” es inocente, seguramente de lo único que peco es de avaricioso e ingenuo


Y por cierto tanto la escalibada como el marmitako quedaron espectaculares

*Lucas, forma vulgar y corriente de referirse a la moneda peruana

Comentarios

BENHUMEA ha dicho que…
Me facinan los ojos con los que ahora veo Peru... no se parece diferente... pero ejem ejem, lo priero debe suceder por q A. y tu son personas peculiares y especiales, ya sabes de edicion especial.

La historia de "nono" es muy comun en toda latinoamerica y super entretenida jejeje.... esperemos que todo se resuelva bien.

Un beso.Te leo.
JCM_MAD ha dicho que…
me alegra, eso de que ves el Perú con ojos diferentes. Era uno de los objetivos de esta bitcora.

Un beso

J.
carmen ha dicho que…
Creo que exiten personas que atraen a personas que tienen problemas y no entiendo porque...
A mi también me ha pasado alguna vez y lo mejor de todo es que me gusta...
Un beso
Carmen

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