OXAPAMPA

Llegamos a Oxapampa desde Villa-rica, cambiamos la tierra del café por la de la leche y el queso y sobretodo Oxapampa, es la tierra de las naranjillas un riquísimo fruto. El camino lo hemos realizado por una carretera de tierra que han construido los transportistas y taxistas que así acortan en 50 km sobre la carretera oficial. El viaje tranquilo, hemos visto paisajes increíbles, parado en un pequeño jardín botánico, donde hemos visto árboles de los mas diversos y multitud de flores desde orquídeas hasta pequeñas flores atrapamoscas. En un instante me separe del grupo y estuve aspirando el aroma de una flor, cuando me reincorpore, el guía estaba diciendo que no acercásemos la nariz a la flor que yo había estado olisqueando, ya que esta llena de unos pequeños insectos que se introducen en las fosas nasales y ponen allí los huevos. No deje de sonarme la nariz en toda la mañana. Durante el trayecto, unas tres horas, charlamos con G. nuestro conductor, de muchísimos temas, es buena gente y ya tenemos confianza con el, ha sido nuestro taxista los dos últimos días. Le preguntamos si asaltan mucho por esa zona –uno de los principales problemas de viajar por libre en el Perú, es que suelen haber asaltos a vehículos y taxis – nos comenta que no, y que además suelen ser a gente que los delincuentes ya tienen identificados, ganaderos, terratenientes, gente con dinero. Lo único nos comenta que los ladrones para despistar suelen recurrir a lo que llaman el bolsilleo, esto es que los ladrones paran a los dos o tres coches siguientes al que han atracado y obligan a los ocupantes a darles el suelto que llevan en sus bolsillos. Precisamente la semana pasada me ocurrió a mí, en esta misma carretera- nos dice- Un poco antes de la salida a Oxapampa. Reconozco que el viaje para mi cambio en ese instante, el paisaje me llamaba algo menos la atención que ver si había algún obstáculo en la carretera que nos obligase a parar.

Pero como digo llegamos a Oxapampa. Un pueblo fundado por colonos alemanes que salieron de Pozuzo A. lo conocía de antes, para mi es mi primera visita. Es una ciudad pequeña, del interior, como otras muchas ciudades del Perú no es especialmente fea, ni especialmente bonita, los edificios típicos alemanes se han visto difuminados por las muevas construcciones de gente venida de otros lados. Tiene una iglesia preciosa toda de madera, dos mercados, estación de autobuses, un coliseo para peleas de gallos y un bonito paseo a la orilla del río Únicamente tiene asfaltada la calle principal. Por sus calles circulan algún que otro camión cargado de naranjillas, unas pocas mototaxis y casi ningún coche. Eso si, tiene lo menos 20 semáforos de los que en Perú llaman inteligentes ya que tienen un pequeño contador que va mostrando los segundos que faltan para que el semáforo cambie de color. La verdad extraña un montón ver a los semáforos funcionar en una ciudad que casi no tiene trafico. Son realmente inútiles, dinero tirado, pero le dan un toque de modernidad a la ciudad.

Después de comer la mejor carne asada con miel- al estilo alemán- que he comido en mi vida, paseamos por la ciudad intentando descubrir si hay algún café o heladería donde sentarnos para pasar la tarde. Nos cruzamos con una juguería, pero no tiene mesas para sentarse, un pub al que decidimos ir un poco mas tarde y una pizzería. Nuestro paseo nos permite ver que en Oxapampa, hay 2 discotecas y 3 puti-clubs. Al entrar por la puerta del Pub, cuyo nombre alemán no recuerdo, su barra, la colocación de las bebidas, sus paredes forradas de madera, las fotos colgadas en sus paredes totalmente forradas de madera, nos trasladan a otro continente, a otro país. Pedimos unas cervezas, M, mi suegra un refresco. Charlamos animadamente entre nosotros, son casi las 8 de la noche, decidimos cruzar la calle y cenar unas pizzas.

Pasamos los días siguiente, visitando la quesería, varios saltos de agua, fuentes de aguas milagrosas, puentes colgantes, una cueva con murciélagos, la Tinki-cueva y un poblado de los Yanesha. Compramos quesos y artesanía, algunos regalos. Por la tarde decimos volver a la pizzería, tiene helados y es un buen lugar para ver pasar la tarde. Nos atiende M. una mujer mayor, muy mayor,. 3 bolas de helado cuestan 2 soles. Me pido dos bolas de chocolate y una de lucuma. Mientras estamos tomando los helados, charlamos con M. nos cuenta que el comercio es de su hija y que ella le ayuda, que lleva en Oxapampa toda la vida. Se interesa por nosotros, de donde somos. Pregunta de donde soy.

De España, le digo.
¿España?- interroga ella- lejos, bien lejos me dice.
Si, seño, la digo, bien lejos.
La señora me mira extrañada
¿Avión no?- Me vuelve a preguntar
Claro Seño, la contesto, hay que cruzar un mar.
Asuuu*, dice, un mar, bien lejos entonces. Comprendemos entonces que la señora no sabe donde esta España.

Y, ¿había comido antes pizzas? –me pregunta-Son típicas de aquí.

Si seño, la digo, las había comido antes, pero tan ricas como estas nunca.
La señora asiente con la cabeza .Si, nos dice, las hace mi hija.

Seguimos charlando con ella, A. intenta sonsacarla el secreto para hacer una buena pachamanca. La señora nos da su receta, y antes de irnos nos obsequia con un puñado de hierbas aromáticas, que no se encuentran en Lima.

Despacio, tranquilamente nos dirigimos al hotel. Me voy despidiendo de Oxapampa, Oxa como dicen ellos, mañana volvemos a lima.

Por cierto Oxampampa en idioma Yanesha significa “tierra amplia llena de hierba”

*expresión típica peruana que indica sorpresa

La imagen, corresponde a la iglesia de Oxapampa.