SUSTO




Susto. Anoche nos llevamos un pequeño susto. Habíamos estado cenando con J. “El africano” y con C. que justo pasa unos días por Madrid. Después de cenar, habíamos tomado unas copas y se nos hizo tarde, Así que A. y yo decidimos irnos en casa en taxi. Nos montamos en uno, le dimos nuestro destino y como es obligatorio el taxista nos pregunto que trayecto queríamos seguir. Estábamos charlando A. y yo de nuestras cosas, el taxi circulaba a poca velocidad, llegamos a la entrada de nuestro barrio, le digo al taxista que en la rotonda debe seguir de frente, y seguí hablando con A.

“Cuidado, Cuidado” es lo siguiente que grite cuando me percate que el taxista, no estaba reduciendo la velocidad para tomar la rotonda y que estaba siguiendo de frente. A continuación sentimos el golpe en los bajos del coche contra los adoquines rojos que forman la primera barrera de la rotonda, seguido del crujir de las plantas que adornan la rotonda al ser aplastadas por el coche y por ultimo el choque contra el pequeño muro que forma la fuente, para romperlo y acabar dentro de ella.

Nada más detenernos y mientras el taxista musitaba, “Virgen Santa, Virgen Santa”. Le pregunte a A. si le había pasado algo, si estaba bien. Si, si me dijo, estoy bien. En ese instante 4 policías municipales, rodearon el coche y a gritos nos preguntaban y nos hacían gestos de si estábamos bien. Yo reconozco que en ese instante no sabia de donde habían salido tantos policías. Nos bajamos del coche, la policía seguía preguntándonos si estábamos bien, si llamaban a una ambulancia, si necesitábamos otro taxi. Mire a mí alrededor. Supe de donde había aparecido tanta policía, del control de alcoholemia que había unos metros más allá. Contestamos a la policía que estábamos bien, que afortunadamente no nos había pasado nada y que nos íbamos andando a casa, ya que estábamos al lado. El taxista, no se explicaba muy bien lo que había pasado, respondía a las preguntas un poco aturdido. Nos despedimos de la policía y nos fuimos andando. En el trayecto a casa, no nos explicamos que es lo que había pasado, si es que como decía el conductor le había deslumbrado una farola, si es que se despistó. Así tranquilamente hicimos el trayecto a casa y una vez llegamos a los 5 minutos nos metimos en la cama.

Fue un buen fin de fiesta

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