HOMBRESGRISES

No se si recordáis una novela infantil del Michael Ende que se llamaba Momo y tenia como subtitulo los caballeros grises. En ella Momo una niña, con ayuda de la tortuga Casiopea y el profesor Hora tienen que luchar y vencer a los caballeros grises. Esos misteriosos personajes van vestidos con trajes grises y Bombin, estaban fumando constantemente. Según transcurre la novela, se descubre que lo que están fumándose y consumiendo estos nombres grises es el tiempo de las personas, dejando a estas sin tiempo. Al final Momo consigue llegar al almacén donde los hombres grises han almacenado las flores del tiempo y liberarlas, haciendo así que los hombres puedan recuperar y disponer su tiempo.

Fue una novela que leí hace muchísimos años  y me gusto bastante, tanto por su original planteamiento como por la sencillez de su escritura. Y claro también por el mensaje optimista y vital que emanaba de ella. Pero tristemente tengo que decir que mientras Momo solo era un personaje de papel, los hombres de gris son reales y han acabado por triunfar.  Si no es así como se explica que todos nuestros días sean iguales unos a otros, que toda nuestra jornada este ocupada en realizar mil tareas distintas y todas ellas importantes e ineludibles sin disponer de un rato para poder disfrutar del tiempo, para poder pararnos un rato y ver discurrir las nubes por el cielo,  para escuchar el canto de los pájaros o ver los juegos de los niños en el parque.  ¿Realmente hay algo mejor y más importante que sentarse en un banco y que te calienten la cara  los últimos rayos del sol primaveras mientras sientes en tu cuerpo la brisa aun fresca y tu mente divaga sin necesidad de pensar en nada?

De verdad es necesario que tengamos ocupadas todas las horas de nuestra vida, es necesario  que trabajemos como mínimo 8 horas diarias, es necesario que después del trabajo carguemos nuestra agenda con clases de informática, de ingles, de creación de abalorios. No lo se, bajo mi punto de vista no. Claro podéis pensar que soy un vago, cosa que efectivamente es cierta, pero creo que hemos perdido la perspectiva de un crecimiento humano. Sinceramente me interesa mas ser persona en toda la amplitud de la palabra, que tener miles de euros en el banco. Me interesa mas sentir empatía por el que sufre que deslomarme por hacer que un banco cumpla sus objetivos.   Entendedme bien, no es esto un mensaje de buen rollismo y pasotismo que llaman. Comprendo y comparto la idea de  que el trabajar es parte importante de eso que llamaba antes ser humano pero creo que debemos tener claros cuales son los límites de este trabajo, cuales son los limites de una vida digna y tener claro que  querer tener mas aparatos de televisión, mas coches en el garaje, mas botellas de vino exclusivo en la bodega es una patología y que la satisfacción que nos provoca su disfrute no compensa de ningún modo la insatisfacción que nos produje el conseguirlo y que conste que no estoy hablando en términos económicos ni ecológicos.

Puede que hoy este en un día raro, la mañana esta gris y lluviosa, puede que este cansado, cansado no física sino vitalmente, cansado de ver como pese a los anuncios, a los avisos a los gritos, seguimos viajando a 200 Km./h en una autobús sin frenos conducido por un mono loco  que se dirige hacia un viejo puente de madera carcomida, suspendido sobre un precipicio, mientras que los viajeros ajenos a todo siguen disfrutando del paisaje y cuando miran n a través de las ventanillas  ven a los hombres de gris que fumando les saludan con la mano