20-N
Hoy es 20N. Fecha
que para la gente de mi edad esta cargada de simbolismo. Ahora parece que la historia de esta fecha
comenzó el año pasado cuando Mariano
Rajoy gano las elecciones, pero no empezó muchos años atrás concretamente 37 años.
Como siempre me
levante somnoliento y me dirijo al baño
de la casa, caminando por el pasillo, noto algo extraño, en la radio no están
las habituales noticias sino que suena música clásica, me asomo a la cocina y
veo a mi padre en casa, raro a esas horas ya debería estar camino del trabajo,
esta sentado en la cocina junto a mi madre. Hablaban en voz baja
¿Qué pasa?
–pregunto
Nada hijo que
Franco ha muerto - me contestan – Anda
vuelve a la cama.
¿Y el cole? –
vuelvo a peguntar.
Hoy no hay
colegio, vuelve a dormir. Me dirijo de nuevo a mi cuarto, con dos sentimientos
encontrados, por un lado la tristeza de saber la muerte de dictador, aunque yo
en ese tiempo no sabia que vivía en una dictadura y por otro la alegría de saber que ese día no
tenía cole. Nunca he terminado de saber a que se debió la tristeza en aquel
momento, siempre he pensado que se debió a que era la primera persona que yo
mas o menos conocía, aunque fuese por la tele, que se moría, además mi familia era o estaba poco politizada.
Un rato mas tarde
estaba de nuevo andando por el pequeño pasillo de mi casa, la tele estaba
puesta. Aún en pijama, me senté en el sofá dispuesto a no moverme de allí en
todo el día, delante de mi las imágenes
de las inmensas colas que se formaban delante de la capilla ardientes instalada
en el Palacio Real, y como fondo mas música clásica de marcado acento fúnebre.
De vez en cuando se entrevistaba a las personas que estaban en la cola, que
daban su opinión sobre el insigne caudillo y el futuro que aguardaba a España
tras su ausencia.
Se ponía especial
interés en la llegada de personalidades extranjeras, aunque aquí hay que decir
que, el único dignatario extranjero que
fue a rendir honores al difunto fue otro dictador, igualmente de infausta memoria
como fue el general Pinochet. Tras eso de nuevo la lectura del parte medico
donde se nos relataba que colapsos múltiples, fallos de sistemas vitales y mal
funcionamiento de órganos llevaban al inevitable y previsible final. Igualmente
se repetía la llorosa imagen de Arias Navarro diciendo la famosa frase
“Españoles: Franco ha muerto”
Así, hora tras
hora, fue pasando el día. Ni dibujos, ni ningún programa, ni nada, solo la
letanía de las marchas fúnebres y las
imágenes de gente llorosa y triste. Y la voz de mi madre diciéndonos a mi hermana y a mi, vamos a la
cama que mañana tenéis que madrugar que hay cole
Y llegaron la
subida al trono de Juan Carlos, los sucesos de Montejurra, y los asesinatos de
Atocha y las elecciones pero sobre todo
llegaron más 20N. Fechas donde la ultraderecha tomaba las calles, donde se
apaleaba hasta matarlos a rojos, a homosexuales, a gente que no quería cantar
el cara al sol, donde aún pensaban que
el país y sus habitantes les pertenecían.
Han pasado como
digo 37 años y sin embargo pareciera que nada a cambiado.
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