GRANADA III



Hoy sí, no tenemos  excusas y hemos estado tapeando por la mítica calle Navas. Hemos llevado a M. y J. a nuestro bar preferido en la afamada calle. El tabernáculo se llama. Es un bar que no engaña, angosto, con una decoración barroca construida  gracias a estampitas de pasos de Semana Santa, de Dolorosas y Cristos sufrientes que llenan todas las paredes y rincones del local, techo incluido, un local que aunque parezca que no cabe nadie más, se  debe intentar  entrar porque al fondo siempre hay sitio. Y allí apoyados sobre una cámara frigorífica o en uno de los viejos toneles, disfrutar del ritual de pedir una consumición, y oír a la camarera ordenar al cocinero que está trabajando  en la plancha frente a todos; una primera, dos segundas, una tercera en referencia a la  tapa que te deben poner de acuerdo al número de ronda que sea.   Si yo fuera antropólogo y quisiera comenzar a hacer un estudio sobre España  y sus gentes sin lugar a dudas empezaría por este bar,

Tras la tercera, unos pimientos de piquillo rellenos, decidimos abandonar nuestro rincón y salir a la calle para seguir nuestro paseo por bares, tabernas y tascas hasta llegar a la plaza de Santo Domingo  y pese a que amenaza lluvia sentarnos en una terraza a los pies de la estatua de Fray Luis de Granada. Allí con algo de frio, todo hay que decirlo, disfrutamos de unos cafés para hacer la digestión y hablamos de lo humano y lo divino mientras hacemos tiempo para el plato fuerte del día.


Para que no se diga que no somos unos turistas esforzados como Dios manda y que no apuramos hasta el final  el cáliz de los topicazos, por la noche  hemos ido a disfrutar de un espectáculo flamenco.  Vale,  no ha sido en alguna de las afamadas y típicas zambras del Sacromente, sino en un local cerca de la plaza nueva con poco “glamour” e historia a sus espaldas pero aún así, hemos visto una muestra del  “arte jondo”. ¿Qué puedo decir? El local bonito, el tablao cerca del público, más españoles que guiris, una consumición con la entrada. Respecto al espectáculo no soy un experto ni muchos menos en flamenco, pero para mi gusto ha habido demasiado taconeo, mucho golpe en el pecho y mucho desplante pero poco sentimiento del bueno. Al resto del grupo les ha encantado, con lo cual y sin lugar a dudas el equivocado soy yo pero estoy seguro que en el festival flamenco de Cádiz, no hubiese pasado de las primeras rondas.



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