El domingo pasado e influido por su campaña publicitaría, compre el mundo, me explico, no el planeta donde vivimos, que ya me gustaría, si no el periódico. Reconozco que, hace años que abandone la compra de “El Mundo”, desde que al leerlo comencé a sentir como algunos de sus columnistas mas que informarme, orientarme, crearme dudas, o hacer que revisase mis planteamientos y premisas me insultaban a mi y mis creencias de la forma mas burda y barriobajera, y claro me agarraba unos cabreos fenomenales. Entonces decidí que era de tontos comprar un diario que me insultaba y así acabo mi larguisima y para P.J.R inexistente relación. Como todos, por lo menos los chicos, me inicie en la lectura diaria de periódicos por medio de la prensa deportiva y mas concretamente el “AS” y su legendaria chica de la ultima pagina. Aún recuerdo las fotos en color sepia, con aquellas chicas, en poses y maneras insinuantes. Al poco, descubrí que se me quedaba corto, que salvo los lunes o el día después de una ...