BADEM-BADEM

En Madrid a mediados de los años 70 circuló una frase que si mal no recuerdo decía lo siguiente “ Madrid en verano y solo, Badem-Badem” reconozco que hasta el día de hoy, me sorprenden dos cosas de esa frase. Primero el nombre ¿alguien se imagina un lugar que se llame Parla-Parla o Benidorm-Benidorm? Para echarse a temblar y la segunda, ¿que tenia que ver el famoso balneario alemán, con la triste realidad en verano de la capital española en esos días?.

En realidad la frase se aplicaba para todos aquellos hombres casados, que una vez dejaban a la familia en la casa del pueblo por el periodo estival, volvían a Madrid solos, para seguir trabajando. Y que, sin las ataduras de la familia se daban a una vida de excesos y libertinaje osea los conocidos Rodriguez.

Por motivos que no vienen al caso, mi mujer se ha ausentado durante 10 días dejándome, aunque no sea verano, en el papel de Rodriguez. Quisiera antes de nada, comentar que no he hecho nada fuera de lo corriente o normal, así que no ha habido borracheras con los amigos, ni llegadas a horas intespectivas de la noche, ni ninguna otra cosa por el estilo. Si soy sincero incluso he echado mucho de menos a mi mujer, pero dicho esto no quiero decir que no haya disfrutado de mi “soltería” todo lo contrario. Para entenderme una pequeña explicación. Yo me case tarde, ya mayor como se dice, incluso pensaba que nunca compartiría mi vida con nadie, pero a la vista esta que me equivoque. Esto implicaba cierto grado de soledad que a mi no solo no me disgustaba, sino que me gustaba y alentaba. Obviamente todo esto cambio al casarme. Una parte importante del matrimonio es renunciar a parte de tus espacios privados, a parte de tus hábitos y aprender a compartir estos espacios y costumbres con otra persona. Por eso para mi esta semana ha sido importante, he podido volver a mi soledad, a mi privacidad. Si soy sincero lo necesitaba, se que puede sonar raro pero, extrañaba el disponer del 100% de mi tiempo, de mis energías y de mis apetencias o deseos. Creo que es importante que las parejas se den un espacio de intimidad para cada uno, que me encanta hacer actividades con mi esposa si, pero que igualmente disfruto de la soledad de mi casa, con un libro o escuchando un disco, que disfruto de la compañía de mi mujer, claro que disfruto, pero que igualmente disfruto de mi sola y única compañía.

Por lo anterior es por lo que he disfrutado del periodo de Rodriguez, no por lo que no he hecho y que no me apetecería hacer sin mi esposa salir por ahí, tomarme unas cañas, si no por que en cierto aspecto me ha permitido reencontrarme conmigo mismo y mi privacidad y disponer de mis tiempos y tempos.

Hasta la próxima Rodriguez.