Este fin de semana llega a casi todas las casas españolas, uno de los momentos más importantes y emotivos del año, uno en el que los niños disfrutan, participan y se alegran y en que los padres de esos niños disfrutan, participan y se alegran el doble que sus hijos. Estoy hablando claro de sacar el belén y ponerlo en el hueco del armario, o en el aparador del pasillo y así dar comienzo a la navidad. Recuerdo que en mi casa todo comenzaba, con mi madre sacando la maleta, una antigua cesta de picnic reconvertida, donde estaban las figuritas del armario. En ese momento mi hermana y yo, nos sentábamos en el suelo del pasillo de casa e íbamos desenvolviendo las figuras que se encontraban en la maleta. Un pastor, un romano, un cerdo, un paje, la gallina y sus pollitos, el pozo, la lavandera, un pescador, el puente, y así hasta sacar el poco mas de 2 decenas de figuras que componían el belén de casa. Luego llegaba el momento de liberar el espacio...