AGRADECMIENTO
Durante estos días
pasados, han estado apareciendo en el periódico una serie de reportajes sobre
el exilio español una vez terminada la guerra civil. Tengo que decir que me
conmovieron las cartas que los exiliados escribían a los cónsules embajadores
de un país concreto solicitándoles el visado para ir al que con el tiempo se
convertiría en su país. Son cartas
escritas deprisa y de cualquier manera, en un cacho de papel, con un
carboncillo a la luz de la luna en un campo de prisioneros francés o en el sótano
de un piso de una ciudad argelina, son cartas de gente sencilla en algunos
casos, con poco mas instrucción que las cuatro reglas que se decía entonces, o de gente que tuvo poder diputados y
gobernadores y que lo demuestran en su manera de expresarse utilizando un
lenguaje mas rico y sin faltas ortográficas.
Pero todas las
cartas, sin excepción, muestran la desesperación por si situación, sus deseos
de huir, sus esperanzas de empezar una nueva vida, aportando sus conocimiento sus
saberes al desarrollo de su nuevo país. Sus cartas muestran limpieza de
sentimientos, todos dejan claro que su único crimen, si es que existe es haber
estado a favor de la republica y luchar por la legalidad vigente.
De verdad son
cartas que emocionan, que llegan a lo más hondo, que te hace identificarte con
sus autores y hacen ganas de gritar a favor de ese país que les acogió con los
brazos abiertos. Ese país que he criticado varias veces en esta bitácora pero
que también es de justicia reconocer cuando su comportamiento se eleva sobre la
miseria moral del entorno y en ese momento ese estado cumplió con creces.
Así que desde aquí
GRACIAS MEXICO
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