NAMIBIA

Windhoek Lo bueno de llegar a una ciudad de la que no tienes ninguna referencia es que es imposible que te defraude, cómo no te has hecho ninguna idea preconcebida tampoco esperas nada de ella por lo que, aunque lo que te ofrece sea escaso nunca tienes la sensación de que te han engañado. Eso exactamente es lo que pasa con Windhoek, la capital Namibia una ciudad que se derrama por el desierto como una de esas urbes que salen en las pelis americanas, un pequeño centro financiero con algunos, pocos, edificios altos y luego decenas de barrios formados por casitas bajas unifamiliares que se extienden interminable por el desierto. Cuando llegamos a Windhoek, un misterio de la ciudad es como se pronuncia su nombre, para mi decían Windooc pero a A. le sonaba a Winduc, desde el aeropuerto distante 30 kilómetros de la misma, eran las cinco de la tarde y según nos dijo el conductor del taxi que nos transportaba al hotel era hora pun...